Porque Dios tenía reservado algo mejor para nosotros. Hebreos 11:40

Durante el año cada sábado salimos de la institución para visitar las iglesias y poblados más cercanos. Pero este año a causa de la pandemia y sus restricciones, no pudimos hacerlo durante varios meses. Gracias a Dios las puertas se abrieron en septiembre y por fin salimos con ánimo para poder compartir todo lo aprendido.

Un pequeño grupo conformado por estudiantes de primer y segundo año fue destinado a un pequeño pueblo donde permaneció por tres semanas.

Pampa el Coscal es un pequeño pueblo de Santa Cruz, donde la mayor necesidad, se encuentra en la gran cantidad de niños allí.

“La pampa”; cómo le dicen, fue muy especial para nosotros ¿por qué?

Cuando llegamos nos dijeron que había culto esa misma tarde y cómo era de esperarse pensamos que poca gente vendría o que llegarían tarde; pero, asombrosamente las tres primeras filas de la iglesia estaba llena de niños y sus padres sentados detrás de ellos, más temprano de la hora acordada.

—¡Wao!—nos dijimos el uno al otro.

Al sentarnos, vimos cómo un niño pasaba al frente para predicar y eso nos sorprendió mucho. Días después cuando caminaba, me encontré con José Luis, un niño de la zona y le pregunté casualmente:

—¿Qué haces por las mañanas? 

—Jugar, mirar tele y leer la Biblia…

—¡Oh!—Creí que tal vez leía una historia en Biblia o algo así; pero no, José Luis leía Apocalipsis.

Al principio no teníamos el objetivo de trabajar con los niños, incluso teníamos planes totalmente diferentes, pero pronto nos dimos cuenta de la verdadera necesidad y decidimos abrir una pequeña escuelita por las mañanas.

Salud, el libro de la naturaleza y la clase de Biblia eran nuestras materias ¿algo interesante? Ninguno de nosotros era maestro, pero todos nos llamaban así. Ciertamente Dios puso palabras en nuestras bocas todo el tiempo.

¡Cada niño impactó tanto en nuestras vidas! En cierto momento pensamos que era pérdida de tiempo, pero luego de pasar tiempo con ellos, Dios cambió nuestros pensamientos y nos mostró que había una obra muy importante que hacer con los niños. Así como los discípulos, también creíamos que los niños no tenían suficiente inteligencia para entender la Biblia, más Jesús en su vida nos enseñó que a él le gusta pasar tiempo con ellos y contestar todas sus preguntas.

Compartiremos una cita con ustedes…

“En los niños que eran puestos en relación con él, Jesús veía a los hombres y mujeres que serían herederos de su gracia y súbditos de su reino” DTG 473.4

Sarai, Rocío, Jaqueline, Lisbeth, Luis y Benjamin – Septiembre 2020